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martes, 17 de enero de 2017

El Misterio Estelar. Capitulo 1



CAPITULO 1:

Nueva York: 2010:
Daniel Mullray cursa su trabajo de Profesor de arte antiguo en un instituto de pago tres días a la semana.
A los 9 años viajo con sus padres a España donde residió hasta que cumplió los 28 y se mudo a Nueva York.
Entre tanto, el tiempo que le queda libre suele dar conferencias sobre el maravilloso Egipto y su historia.
Daniel defiende una teoría sobre la que el mundo arqueológico suele discrepar continuamente...
El problema es que todas sus conferencias acaban en desastre debido a esta teoría.
Todo suele ir bien hasta el momento en el que Daniel nombra es teoria.
Es en esos momentos cuando las salas se vacían en breves segundos dejando al profesor con la palabra en la boca.
Daniel vive en un pequeño estudio de las afueras junto a un amigo suyo el cual tampoco cree nada de lo que Daniel mantiene acerca de esta nueva vision.
El trabajo de profesor no le da para grandes alardes y lo que gana al final de mes deja mucho que desear, por lo que no le queda más remedio que compartir piso.
Además las conferencias suelen ser gratuitas por lo cual a veces incluso tiene que poner dinero de su bolsillo.
Jack Carter, que así se llama el compañero de piso, es un simple reponedor de una cadena de mercados dedicados a la venta de carne. Es Joven y lleva dos años de noviazgo con una chica, por lo que muchos días, Daniel tiene que ir a pasear de noche por la ciudad, para no tener que escuchar a la pareja en los momentos íntimos dentro de su habitación.
Son muchas las veces ya que Daniel se a enfadado con Jack por este tema, diciéndole que para ciertas cosas es mejor ir a un Hotel, a lo que Jack siempre responde riendo, que lo que le pasa es que tiene envidia.
Y en el fondo Daniel sabe que esas palabras tienen algo de razón, ya que anhela tener a alguien que al menos le escuche en sus momentos de bajon.

Madrid 2010:
Claudia Sánchez es una simpática chica que esta en su ultimo curso de Técnico Superior de informática y telecomunicaciones... Es una chica simple amante de su trabajo y que en sus ratos libres suele dedicarse a la lectura y a salir con sus amigos.

No suele mostrar pasión por ningún tema en concreto, aunque hay muchos que la gustan y los suele dedicar algo de tiempo.. Por ejemplo en sus ratos de descanso, que son pocos, busca el momento y suele leerse un montón de libros que casi siempre son de misterio e intriga.

Aunque hace dos años por su cumpleaños la habían regalado dos libros que trataban del antiguo Egipto y se había interesado bastante por el tema.... De hecho fue un gran regalo para ella esos libros ya que llevaba un tiempo teniendo un extraño sueño que la tenía bastante atormentada.

Este sueño está relacionado con el antiguo Egipto de los grandes faraones y aunque hasta esa fecha en la que la regalaron los dos libros nunca había leído ni visto nada que tuviera que ver con Egipto, los lugares que salían en sus sueños eran igual que las antiguas ciudades egipcias.

Esa misma noche se despertó sobresaltada y recordando perfectamente el sueño por lo que abrió un cajón de su mesilla y sacó una libreta y un bolígrafo y apunto todo lo que había soñado... Una vez escrito todo se volvió a dormir.

Cuando despertó ya por la mañana se dispuso a leer lo que esa misma noche había anotado en su libreta.
“Me encuentro en un palacio al lado de un hombre que está intentando abrir una especie de sarcófago del cual sale una luz muy fuerte... Yo llevo ropas hermosas y voy cubierta por un montón de joyas y piedras preciosas... No consigo ver más que la silueta de ese hombre pero de repente el sarcófago se abre y en el aparece un niño con una gran coleta y nos mira fijamente... De pronto se incorpora y frente a nosotros nos dice unas palabras que no entiendo....
"Y ahí me despierto”

Valladolid 2010:
Alejandro López se encontraba en su habitación mirando artículos relacionados con el antiguo Egipto en su viejo y lento ordenador.
Desde que es muy chico, es un gran enamorado del Imperio Egipcio, así como de sus civilizaciones y culturas.

Le encanta todo lo relacionado con este tema, pero su principal pasión es la de la vida y reinado del gran Ramsés II. Para este joven el templo de Abu Simbel, construido por este faraón, es la mayor belleza existente en el mundo.

Alejandro es una persona de lo más normal del mundo. Trabajaba de camarero en una cafetería del centro de su ciudad pero ahora, y debido a la crisis, se encuentra en paro.
Siempre que puede, se pasa horas leyendo y buscando nuevos documentos en los que se trate el antiguo Egipto, aunque a veces tiene miedo a encontrarse algo relacionado con un pequeño quebradero de cabeza que tiene.

La cuestión es que él, ha tenido varios sueños en los que se encuentra en tiempos de los grandes faraones,y se halla en un palacio intentando abrir un extraño sarcófago. Cuando esta a punto de conseguirlo, siempre se despierta.

Lo cierto es que este sueño le tiene bastante intrigado y a la vez preocupado.
Como es posible que este sueño se repita siempre tanto y de manera tan real.
Alejandro siempre busca una explicación lógica a este problema, pero por mas que busca no consigue encontrar tal explicación.

Un día comentándolo con un amigo, este le aconsejo que entrara en algún foro de gente a la que le guste Egipto, y expusiera su caso que a lo mejor alguien podría ayudarle.
A Alejandro le pareció muy buena idea, y sin dudarlo empezó a buscar foros y les explico su sueño así como también dejo una dirección de correo por si alguien podía ayudarle o asesorarle.
Mientras tanto también ojeo paginas buscando nuevas informaciones y artículos relacionados con su querido Egipto, y de paso distraerse un poco.

Fue entonces cuando en una de esas paginas apareció algo que le dejo pálido y boquiabierto. No podía dar crédito a lo que ante sus ojos se presentaba en la pequeña pantalla de su ordenador.
Alejandro solo pudo articular una frase:
Como puede ser posible......

Una noche Alejandro se encontraba en su habitación mirando artículos relacionados con el antiguo Egipto, en su viejo y lento ordenador, a la espera de que alguien le contestara a sus mensajes.
De pronto encontró un foro de amantes de Egipto y en el había una sección que se llamaba Egipto misterioso.Pincho en ese enlace y entro a la página.Trataba toda clase de suposiciones sobre Egipto. 

De pronto leyendo los comentarios de dicho foro Alejandro se quedó pálido y de piedra, ya que no podía dar crédito a lo que ante sus ojos aparecía en la pequeña pantalla de su ordenador. Una chica joven llamada Claudia dejaba un mensaje algo inquietante, pidiendo que la ayudasen a descifrar lo que podía significar un sueño que había tenido y se le repetía constantemente. El sueño trataba sobre un templo en Egipto y alguien que intentaba abrir un sarcófago que desprendía una luz muy fuerte, al final lo conseguía abrir y aparecía un niño.

Al leer esto, Alejandro, sólo pudo articular una frase; cómo puede ser posible. El no era el único que tenía un sueño extraño acerca de Egipto, había alguien más y además era casi el mismo sueño. Se puso muy nervioso y se apresuró a escribir a esa chica para decirle que a él le ocurría lo mismo. Le mando un mensaje contándole parte de su sueño pero omitiendo algunos detalles que nunca había revelado a nadie, ya que no le gustaba mucho la idea de revelar información sobre algo tan personal como eso. 

Le puso su dirección de correo y le rogo que se pusiera en contacto con él lo antes posible, ya que estaba muy interesado en hablar sobre ese sueño. Una vez enviado el mensaje, solo podía pensar en cuanto tardaría esta chica en darle una contestación. Alejandro estaba muy nervioso, ya que había alguien que aparte de tener casi el mismo sueño había podido ver un poco más lo que pasaba. 

Leyó varias veces el comentario de Claudia porque no daba crédito a las palabras de esa joven, era calcado a su sueño aunque en el de él nunca había llegado a ver a ninguna mujer ni a nadie más.
Esa misma noche Alejandro recibió el mensaje que tanto esperaba, y ansioso se sentó frente a su ordenador y comenzó a leer. Se encontraba muy nervioso.¿Cómo podía esa chica haber tenido un sueño tan parecido al de él?.

 El mensaje decía: Gracias por tu comentario, me ha parecido fascinante, así que tú también eres un enamorado de estos temas pues mira Alejandro, te voy a contar un sueño que tengo desde que tengo uso de razón, pero que últimamente se hace más recurrente. Espero que puedas ayudarme a descifrar lo que puede significar.... el sueño comienza así, me encuentro en un palacio bellísimo con una luz muy tenue, alumbrado con una especie de antorchas y un mecanismo de espejos, las paredes se encuentran pintadas con palabras y símbolos en un lenguaje extraño, que sólo tiempo más tarde descubrí que era jeroglíficos y escritura hierática. Aunque el sarcófago posee otra clase de simbología, que aún no he descifrado, a mi lado se encuentra un hombre el cual está de espaldas a mí. Sé que en algún momento le veo la cara, pero al despertar no la recuerdo.

 Este hombre está intentando abrir una especie de sarcófago, del cual sale una luz muy fuerte que nos ciega por un momento.  Yo llevo ropas hermosas, una especie de vestido largo de un suave y fino lino blanco, voy cubierta por un montón de joyas y piedras preciosas, lo único que puedo ver es la silueta de ese hombre pero de repente, el sarcófago se abre y en el aparece un niño, con una gran coleta y una diadema ricamente decorada con una solapa similar a la trenza de la juventud... vestía una larga falda de lino blanco sobre la que colgaba un cinturón azul y ocre, el pecho le llevaba al descubierto decorado con un hermoso collar de cuentas rojas azules y doradas. El niño se nos quedó mirando fijamente, de pronto se incorpora y nos dice unas palabras que no entiendo, y es ahí cuando me despierto.

Bueno este es mi sueño, espero que puedas ayudarme a averiguar más cosas, espero tu contestación.  Claudia

A medida que iba Alejandro leyendo, más perplejo y asustado se sentía. No era un simple sueño parecido al suyo, sino que era algo más. Era su sueño, con detalles que sólo él conocía y que jamás había contado a nadie, y no sólo eso sino además, había descubierto un poco más de lo que encerraba el sarcófago.

En esos momentos miles de preguntas pasaron por su cabeza.¿ Y ella quién era?. ¿ Qué relación guardaba con él?. ¿ Quien sería el niño de la coleta?.
 La cabeza le empezó a dar vueltas de la emoción, y leía una y otra vez el mensaje de esa tal Claudia.... ¿Sería una broma de algún amigo?.
 No, eso no podía ser, y él lo sabía muy bien, ese mensaje contenía demasiada información. Información que por otra parte, él nunca había revelado a nadie, pero ella lo sabía y la forma en la que estaba escrito, esa forma tan familiar y cercana le hacía pensar que ella decía la verdad, que estaba tan desesperada como él por encontrar respuestas y que por alguna extraña razón del destino, sus vidas estaban entrelazadas.

Alejandro quedó fascinado con el mensaje que Claudia le había enviado, por lo que no tardo en contestarle, contándole su sueño y parte de la información que había conseguido recopilar acerca de él.

Pasaron un par de semanas, y los mensajes de los dos jóvenes eran más y más frecuentes. Cada vez se obsesionaban un poco más con el tema. Recopilaban datos de dónde podían, libros, Internet, tiendas de antigüedades. Daba igual de dónde sacarán la información, lo importante era que descubrieran el misterio que tanto les atormentaba.

Además Claudia, debido a ver que estaba encontrando pistas sobre su sueño, decidió irse a vivir con su padre, qué por casualidades del destino vivía en Valladolid.
Los padres de Claudia se divorciaron cuando está era pequeña. Su madre se quedó en Madrid y su padre, debido al trabajo, decidió quedarse en Valladolid, y aunque lleven mucho tiempo divorciados, siempre han mantenido una muy buena relación, cosa que Claudia siempre agradeció. Una vez instalada en casa de su padre, Claudia cada vez veía más cerca el momento de comenzar a comprender.

Poco a poco entre Claudia y Alejandro, surgió mucha complicidad. Nunca se habían visto en persona, pero era como si se conocieran de toda la vida. Cierto día Alejandro la propuso quedar para conocerse e intercambiar información. Quería conocer a la persona a la que había cogido tanto cariño en tan poco tiempo.

En un principio a Claudia, le pareció una idea estupenda, ya que ella en el fondo sentía justamente lo mismo, así que quedaron en un pequeño bar del centro, pero lo que en principio fue una idea estupenda, a medida que avanzaba el día, no le parecía tan buena.

Llegó el momento y ahí estaba, justo delante de la puerta del bar en el que se habían citado. Se dispuso a entrar, agarró el picaporte, y por un momento quedo inmovil. Por su cabeza pasaron todas las decepciones y fraudes que había sufrido con este tema. Cuántas veces había quedado con gente de la red, para obtener respuestas, personas que decían poder ayudar a contestar todas sus dudas que tenía respecto a su sueño. Esas respuestas que ella tanto anhelaba, y en el fondo tanto la asustaban, y la de veces que había sido engañada por todas aquellas personas que tanto lo prometieron, y en el fondo solo andaban buscando una cosa;  los instintos más bajos y mundanos del ser humano.
En cambio esta vez sintió que era diferente, porque por alguna extraña razón, este joven la inspiraba mucha confianza, por lo cual decidió darle una oportunidad.

Sin pensarlo más decidió que tenía que acabar con esa incertidumbre. Quizás tras esa puerta, se encontraba la solución a lo que siempre desde su más tierna infancia había estado buscando. No lo dudo más, dejo el miedo a un lado, y se introdujo en el bar. Abrió la puerta y una nube de sudor y alcohol la envolvió... “Dios mío, dónde me he metido, una vez más he vuelto a cagarla, como se me ocurre quedar en un antro como éste, no sí parece que voy buscando todo lo que me pasa”.
 El temor se estaba apoderando de ella, pero aun así echo una mirada al local albergando la esperanza de que su joven misterioso, no resultará una vez más un fraude y no fuera uno de esos borrachos.
Observó que al otro lado de la barra, en un rincón, se hallaba un hombre alto y moreno. Le resultó bastante familiar, estaba de espaldas a ella, parecía que el joven estaba absorto en unos documentos,ausente del mundanal ruido. 

Enseguida llamó la atención de la joven que sin poder evitarlo fue hacia el cómo hipnotizada,  como los mosquitos van a la luz.
Una vez a su lado, el joven noto su presencia, levanto la cabeza de los papeles y se sobresaltó al ver que una joven lo miraba fijamente a los ojos, con cara de haber visto un fantasma.
 Claudia se quedó de piedra, absorta en sus pensamientos. ¿Dónde he visto yo ese rostro antes?  se decía una y otra vez. Yo conozco a este hombre de algo, pero de qué.

Alejandro la miro a los ojos y sonrió diciéndola: “ hola me llamo Alejandro López. Perdona tú no serás Claudia verdad... esas palabras hicieron salir a la joven de su trance. Alejandro extendió su mano para saludarla, y al coger su mano, Claudia sintió como una especie de escalofrío la recorría toda su espalda, y a la vez una sensación de paz inexplicable. 

Solo se había sentido así una vez, cuando se encontraba en el Palacio egipcio con aquel hombre, y por un momento lo vio todo claro. Por alguna extraña razón, ese joven que se erguía ante ella, era el hombre que aparecía en sus sueños. Mientras le sujetaba la mano se dio cuenta de que había hecho bien en asistir a esa cita y que por alguna razón, el destino había querido unirles en esta aventura. De repente una pregunta le vino a su mente. ¿ El habrá sentido lo mismo?