Después de que Sam Rockwell empañara las expectativas del remake de Poltergeist al asegurar que se trata de "una película para niños", las primeras imágenes del filme auguran que sus declaraciones podrían ser un malentendido. El filme llega 32 años después de la cinta original de Tobe Hooper y en esta ocasión repite la premisa del matrimonio Bowen que se enfrenta a las fuerzas malignas que abducen a la pequeña Madison.
Aunque muchos cinéfilos del cine de terror pusieron el grito en el cielo al conocer el desarrollo del remake, la película cuenta con nuestro voto de confianza al contar con Sam Raimi entre sus filas. El director responsable de clásicos del género produce la cinta contando como precedente el éxito entre fans y crítica del remake de su propia película, Posesión infernal (2013), que dejó en manos del uruguayo Fede Álvarez.
Tal y como se puede comprobar en las primeras fotografías de la producción, el remake ha utilizado algunos de los elementos más clásicos de la película como el muñeco payaso, la luz brillante que pretende "llevarse" a Madison, así como su encuentro con "los seres de la televisión"... aunque en esta ocasión se actualiza a los nuevos tiempos con una pantalla plana.
A pesar de las declaraciones de Sam Rockwell, que también añadió que el suspense del filme sería similar al de Expediente Warren, la cinta cuenta con una calificación para mayores de 13 años en EEUU, algo que sugiere que el gore o sangre no serán grandes factores en la historia.
En otras declaraciones, Sam Raimi sugiere que el encuentro de Madison con las fuerzas paranormales podría suceder en todo tipo de pantallas ahora que la tecnología se encuentra en nuestros hogares a través de móviles, ordenadores o tablets. "La película original comentaba cómo habíamos permitido que la televisión cuidara de nuestros hijos. Ahora solo ha empeorado con todo tipo de artefactos portátiles. Las pantallas están en todas partes" sentenciaba.
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