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sábado, 2 de noviembre de 2013

Las fuerzas endemoniadas del espacio



El 28 de noviembre de 2013 el cometa ISON, conocido popularmente como el “Cometa del Siglo”, se encontrará en su máximo acercamiento a 64.200.000 kilómetros de la tierra, siendo visible en el hemisferio norte a simple vista por lo que se prevé que será un cometa especialmente brillante
Pero muchas personas creen que el cometa ISON traerá consigo otro tipo de fenómenos, ya que al parecer existe algún tipo de conexión entre los meteoritos y cometas con el mundo de los espíritus. Según algunas creencias y mitos populares, la llegada de estos “objetos” espaciales causan un gran número apariciones fantasmales y fenómenos inexplicables, como ya ha ocurrido en la antigüedad.

Ya en la Edad Media se conocía la vinculación de las estrellas y los cometas con el mas allá, ya que la aparición de los cometas en el cielo eran interpretados como presagios de desgracias. Según la creencia popular, los cometas, no sólo trajeron epidemias y guerras, sino también eran vehículos para los “demonios”.
Según algunos expertos, durante mucho tiempo se ha observado que durante la llegada de cometas se producía un aumento de los fenómenos paranormales, los espíritus estaban mucho se activos en las sesiones de espiritismo y aumentaban los casos relacionados con la comunicación con el mas allá recibiendo informaciones proféticas.

Y es que al parecer, el mundo de los espíritus no solo está influenciado por los cometas y meteoros, sino también fluye a través de vez de su acercamiento por la Tierra. Nuestro frágil planeta Tierra recibe una gran cantidad de meteoritos, pero la mayoría de ellos son “destruidos” en la atmósfera, aunque otros llegan a alcanzar el suelo terrestre. Según sus residentes, los lugares donde han caído las “estrellas fugaces” toman unas propiedades inusuales, en muchas ocasiones muy negativas. En esos lugares, las personas afirman ver apariciones fantasmales, extrañas bolas de fuego, demonios, misteriosas voces de la nada, etc…

Los registros históricos hablan de dos casos en Rusia (en la época pre-revolucionaria) cuando halos o estrellas fugaces causaron una aparición masiva de fantasmas.
Fuerzas demoníacas acompañan a los cometas y meteoritosEn un remoto pueblo cerca de la ciudad de Vologda, después de que apareciera una “gran bola en el cielo”, los residentes locales afirmaron ver una “procesión de muertos” vagando por el camino del antiguo cementerio en el bosque. Según los informes, no eran los cuerpos físicos de los difuntos, eran los fantasmas de las personas enterradas en el cementerio del pueblo.
En 1892, los residentes en el área de Karelia afirmaban ver figuras fantasmales. Al parecer todas estas misteriosas apariciones aparecían en el mismo lugar del impacto de un meteorito. Según los expertos, creen que estos lugares de impacto crean una especie de “zona anómala”. Por ejemplo, una de estas “zonas anómalas” fue creada por un meteorito que cayó en la región de Amur, en 1988. En los pueblos situados en un radio de más de 100 kilómetros del lugar de su caída, se registraron diversos fenómenos poltergeist.

En 1962, un gran meteorito cayó en Tanzania. Después de casi tres meses del impacto de más de 50 kilómetros cuadrados fueron vistas una gran cantidad de extrañas presencias, así como algunas apariciones fantasmales en presencia de una gran cantidad de testigos afirmaron que se “disolvían en el aire”.
También se han registrado fenómenos asociados con la aceleración y desaceleración del flujo del tiempo, después de que los extraños fenómenos llegaron a su punto más culminante, el evento anormal desaparecía rápidamente. Las recientes investigaciones apuntan a que en los tres primeros días posteriores a la caída de un meteorito es recomendable no acercarse a su ubicación o directamente no ir, porque pueden existir grabes problemas de deterioro en la salud.
Tres días es el período de tiempo aproximado. Ir a la caza de meteoritos, siempre hay que estar preparados para lo inesperado. A parte de los expertos, los chamanes siberianos también prohíben acercarse a los meteoritos caídos, ya que según dicen, los lugares están frecuentados por malos espíritus. La mayoría de los chamanes son conocedores de las caídas de los meteoritos antes de que ocurran, e instan a los residentes a salir de la zona peligrosa.

Una prueba de esto lo podemos encontrar en el famoso meteorito de Tunguska. Recientemente, se ha descubierto que los chamanes eran conocedores del impacto mucho antes de que hubiera ocurrido. En mayo de 1908 (casi dos meses antes del accidente) los chamanes locales celebraron una reunión, quienes decidieron enviar mensajeros a las zonas que estarían expuestas ante la caída del meteorito. Los mensajeros viajaron a través de los bosques para advertir a los lugareños del inminente desastre. El fenómeno que tuvo lugar en Tunguska fue conocido como el “demonio de fuego atronador”.

El folclore local también habla de que los espíritus que llegan a la Tierra junto con el demonio del fuego (meteorito), hacen resucitar los muertos de sus tumbas, incluso se comenta que se puede oler una especie de “perfume natural” que impregna todo el lugar. Pero la idea de que los espíritus y los demonios acceden a nuestro mundo mediante los meteoritos y los cometas no es nada nuevo, incluso antes de la aparición de nuestro universo, en torno a las estrellas y los planetas.
La Tierra y su espacio están impregnados de las entidades astrales, llamada la noosfera. La noosfera son grandes y pequeños cuerpos celestes: El sol, los planetas, sus lunas, asteroides, cometas, meteoritos. Detrás de cualquier asteroide y cometa transportan a cientos, o quizás miles de entidades invisibles que utilizan estos asteroides y cometas como vehículo en el espacio exterior.
Con el paso cerca de nuestro planeta las entidades de los “asteroides” “se mueve” por la noosfera. Estos “transportes espirituales” son constantes por el sistema solar, la galaxia y el universo. Según algunos expertos, las entidades que se mueven con los cometas se concentran principalmente en la zona de la cola. El cometa en sí mismo (o su esencia) puede pasar cerca de la Tierra, pero la cola en ocasiones “toca” la atmósfera del planeta, y con ella llegan miles, sino millones de entidades invisibles, accediendo así a nuestro mundo.

Al parecer, este proceso no es tan simple. La conexión de los espíritus de la tierra con las entidades exteriores es de carácter doloroso, que se refleja también en las personas y sus cuerpos astrales, incluidos los cuerpos astrales de los muertos (de ahí las apariciones fantasmales). Entonces, tenemos que esperar que tipo de fenómenos traerá el cometa ISON, aunque cabe esperar que no serán del todo positivos.

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